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La alimentación saludable y el ejercicio

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A menudo es posible prevenir la enfermedad renal con modificaciones saludables del estilo de vida. Si ya tiene enfermedad renal, puede tomar medidas para impedir que empeore el daño a los riñones.

Siga un plan de alimentación saludable

Comer cosas con poco sodio (sal) y pocas grasas puede ayudar a mantener la salud de los riñones. 

Le ofrecemos aquí unos consejos para comer menos sodio (sal): 

  • Cocine con  hierbas frescas, jugo de limón o especias para agregar sabor sin ponerle sal a la comida.
  • Escoja vegetales frescos o congelados en lugar de enlatados. Si usa vegetales enlatados, enjuáguelos con agua antes de comerlos o cocinar con ellos para eliminar el exceso de sal.
  • Compre productos que digan "reduced-sodium" (menos sodio) o "low-sodium" (poco sodio). Si tiene enfermedad renal, cerciórese de que estos alimentos no contengan potasio en lugar de sal.
  • Evite las comidas procesadas, como las cenas congeladas y la charcutería empaquetada.
  • Limite la comida rápida y los bocadillos salados, como las papitas, los pretzels y los frutos secos salados.
  • Limite las comidas encurtidas o preservadas, como los pepinillos en vinagre y las aceitunas.

Vea estos otros consejos para comer menos grasas:

  • Dé preferencia a carnes magras, como el pollo, el pavo o el pescado. 
  • Quite la piel y recorte la grasa de la carne antes de cocinarla.
  • Cocine los alimentos en el horno, a la parrilla o asados en lugar de freírlos.
  • Compre condimentos o productos lácteos descremados o semidescremados.
  • Pruebe a cocinar con aceite de oliva o de canola en lugar de aceite vegetal.
  • Procure usar claras de huevo o sustitutos de huevo en lugar de huevos enteros.

Seguir un plan de alimentación con poco azúcar agregado puede ayudar a prevenir enfermedades cardiacas, a controlar la diabetes y a mantener un peso saludable. Todos esos son factores importantes a la hora de controlar o prevenir la enfermedad renal crónica (ERC).

Le proponemos aquí algunos consejos para comer menos azúcar:

  • Tome bebidas con pocas calorías o sin azúcar en lugar de bebidas azucaradas. Si le es difícil tomar suficiente agua durante el día, pruebe a agregar fruta al agua o a tomar agua mineral saborizada sin azúcar. Así el agua tendrá sabor y podría aplacar su ansia de tomar refrescos y otras bebidas azucaradas.
  • Cuidado con los condimentos, como el ketchup o la salsa barbacoa, que pueden tener mucho azúcar. En su lugar, use productos con poco azúcar, como las salsas picantes o la mostaza.
  • La mayoría de los adultos debieran comer taza y media o dos tazas de fruta al día. La fruta puede tener muchos beneficios, y uno de ellos es que puede ayudar a calmar las ansias de ingerir azúcar. Cuando sienta la necesidad de comer algo dulce, coma fruta en lugar de productos de repostería. 
    • Si le resulta difícil comer suficiente fruta, pruebe a prepararse un licuado de frutas por la mañana o unas barritas caseras de fruta congelada, como estas paletas de sandía y coco de Kidney Kitchen. 
  • Al hacer tortas o pan: 
    • En general, puede reducir a la mitad la cantidad de azúcar de una receta sin notar diferencias de sabor.
    • Pruebe a usar extractos (por ejemplo, de vainilla, limón o almendras) en lugar de agregar todo el azúcar de la receta.

Hable con su médico antes de empezar cualquier plan nuevo de alimentación. El médico podrá ayudarlo a determinar qué plan de alimentación le conviene más y podrá derivarlo a un dietista (es decir, una persona con capacitación especial en dietética que sabe qué alimentos deben ingerir las personas con enfermedad renal). El dietista lo ayudará a concebir un plan de alimentación nefrosaludable que incluya comidas de su gusto.

Encuentre recetas sencillas en Kidney Kitchen

Infórmese sobre los planes de alimentación nefrosaludables para personas con enfermedad renal crónica

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    Haga ejercicio físico

    Hacer ejercicio puede mantener la salud de los riñones porque ayuda a:

    Mantener un peso saludable. 
    Mantener el  azúcar sanguíneo en cifras saludables. 
    Disminuir la presión arterial.
    Disminuir las cifras de colesterol (una sustancia cerosa, como grasa, que se encuentra en la sangre).

     

    Hágase el propósito de hacer ejercicio al menos 30 minutos al día casi todos los días de la semana. Si esto le parece mucho, comience poco a poco y aumente su actividad progresivamente. Le ofrecemos algunos consejos para incorporar el ejercicio físico a su rutina cotidiana:

    Suba las escaleras en lugar de usar el elevador.
    Vaya a caminar después de la cena.
    Haga cosas que le gusten, como bailar, nadar o practicar un deporte.

    Hable con su médico antes de empezar cualquier plan de ejercicio. Su médico podrá ayudarlo a determinar qué ejercicios puede hacer con seguridad y con qué frecuencia y durante cuánto tiempo hacerlos.

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    Restrinja el consumo de alcohol

    Tomar demasiado alcohol puede subirle la presión arterial, lo que con el tiempo puede causar enfermedad renal. Las recomendaciones sobre consumo saludable de alcohol son:

    En los hombres: No más de dos tragos al día.

    En las mujeres: No más de un trago al día.

     

    Deje de fumar o consumir tabaco

    Consumir tabaco (fumado o mascado) puede subirle la presión arterial, lo que con el tiempo puede causar enfermedad renal. Si ya tiene enfermedad renal, consumir tabaco puede agravar la enfermedad renal con el tiempo. Consumir tabaco puede además causar otros problemas médicos graves, como el cáncer, las enfermedades cardíacas y el accidente cerebrovascular. Dejar el tabaco puede ayudar a reducir su riesgo de contraer enfermedad renal o ayudar a evitar que su enfermedad renal empeore.

    Si busca ayuda para dejar el tabaco, hable con su médico.

    Colabore con su médico

    Para mantener una buena salud es necesario trabajar en equipo. Haga de cuenta que sus médicos y el resto de los profesionales de la salud que lo atienden son miembros de su equipo. Usted es el capitán, y debe colaborar con el equipo para recibir la mejor atención médica posible.

    Sepa cómo prepararse para su próxima consulta médica (en inglés).