
Artículo
Los síntomas, el tratamiento y la prevención de la infección renal (pielonefritis)
- Revisión médica de
- Shahzia Lakhani
- Última actualización
- October 8, 2025

¿Qué es una infección renal?
Una infección renal (pielonefritis) es una complicación de una infección de las vías urinarias (IVU) causada por la entrada de bacterias en las vías urinarias. Las vías urinarias son el sistema que produce la orina (el pis) y lo conduce desde los riñones hasta la vejiga y de ahí afuera del cuerpo.
Si usted tiene dolor en los lados de la parte baja de la espalda, fiebre, escalofríos o dolor al orinar (al hacer pis), llame a su médico de inmediato. La infección renal puede ser grave y puede afectar un riñón o los dos riñones.
Las infecciones renales provocan alrededor de 200,000 consultas hospitalarias cada año.
Las mujeres corren 6 veces más riesgo de tener una infección renal que los hombres, y alrededor de 1 de cada 600 mujeres se ven afectadas cada año.
¿Cuáles son los síntomas de la infección renal?
La infección renal puede presentarse de una manera diferente para cada persona. A veces comienza con alteraciones leves, como por ejemplo ardor o necesidad de orinar más seguido. Otras veces aparecen síntomas más graves, como la fiebre, los vómitos o la presencia de sangre en la orina, y la persona debe comunicarse ese mismo día con su médico o buscar atención de urgencia o de emergencias sin demora.
Síntomas frecuentes
- Dolor o ardor al orinar
- Sensación de tener que orinar justo después de haber orinado
- Orinar más seguido de lo habitual
- Turbiedad o mal olor del pis
Síntomas moderados
- Dolor en la parte baja de la espalda, en un costado o en las ingles
- Fiebre
- Escalofríos
Síntomas severos o graves
- Náuseas o vómitos
- Presencia de sangre o pus (líquido espeso blanco o amarillo) en la orina
Las personas embarazadas, los niños y los ancianos podrían tener solo síntomas leves o inespecíficos. Si usted está embarazada o tiene poco que lo/a trataron de una infección de la vejiga y nota estos signos, comuníquese de inmediato con su médico. Si ya está recibiendo tratamiento por una infección de las vías urinarias y sigue teniendo síntomas, llame a la brevedad a su médico.
En qué se diferencia una infección renal de una infección de la vejiga (IVU)
La infección de la vejiga suele causar ardor, necesidad de orinar seguido o turbiedad o mal olor de la orina. La infección renal podría presentar esos mismos signos, pero a menudo tiene síntomas más graves, como la fiebre, las náuseas o el dolor de espalda.
¿Cómo sabré si tengo una infección renal?
Si su médico considera que usted podría tener una infección renal, es posible que le ordene estudios con los que ver qué tan grave es. El tipo de estudios dependerá de sus síntomas, su estado general de salud y qué tan mal se sienta. Algunos son estudios rápidos y sencillos, mientras que otros ayudan a los médicos a evaluar más minuciosamente los riñones.
Para ver si tiene infección renal, los médicos podrían hacerle estudios como los siguientes:
- Análisis de orina. Un sencillo análisis de orina (estudio general de orina, EGO) puede confirmar una infección renal porque evalúa la presencia de bacterias, glóbulos blancos y otros signos de infección en el pis. Si contiene bacterias, la muestra se envía para realizar un urocultivo que permita determinar el tipo de bacteria.
- Análisis de sangre. En estos análisis se busca la presencia de indicios de infección en el torrente sanguíneo (cifra elevada de glóbulos blancos) y ayudan al médico a determinar qué tan bien funcionan los riñones.
- Filtración glomerular estimada (eGFR). Se calcula a partir de la cifra de creatinina, que es un producto de desecho que en condiciones normales es depurado por los riñones.
- Nitrógeno úrico sanguíneo (BUN). Indica el nitrógeno procedente de la urea, que es un producto de desecho que aparece cuando el organismo descompone las proteínas.
- Estudios de radiodiagnóstico (imagen). El médico podría pedir un ultrasonido, una radiografía o una tomografía computada si los síntomas son graves, la persona no mejora a pesar del tratamiento o el médico sospecha que podría haber algo (por ejemplo, una piedra renal) tapando el flujo de la orina.
- Estudios para ciertos grupos
- Tacto rectal para los hombres. Evalúa si la próstata creció y está impidiendo el paso de la orina.
- Mujeres embarazadas. Para evitar la radiación se suele dar preferencia a los ultrasonidos en lugar de las radiografías o las tomografías computadas.
- Niños. Se suele comenzar con un ultrasonido y solo se hacen otros estudios de radiodiagnóstico si son necesarios.
El equipo de atención médica le explicará cuáles estudios son los más apropiados y seguros en su caso.
¿Qué causa las infecciones renales?
Las infecciones renales suelen comenzar cuando unas bacterias que están en la vejiga, los uréteres (los conductos que conectan los riñones a la vejiga) o la uretra (el conducto por el que pasa la orina para salir del cuerpo) se extienden a los riñones.
A veces, la infección renal se produce debido a que algo impide el paso de la orina por las vías urinarias. Algunos ejemplos son:
Las piedras renales: Son depósitos duros de minerales que se forman en el interior de los riñones. Pueden impedir el flujo de la orina y causar un dolor intenso.
Una próstata agrandada: La próstata es una pequeña glándula masculina que participa en la producción del semen. A medida que el hombre envejece, a veces la próstata aumenta de tamaño y presiona la vejiga o la uretra, por lo que es más difícil orinar y se tiene más riesgo de infección.
Un problema con la forma de las vías urinarias que dificulta el tránsito de la orina
¿Quiénes tienen más riesgo de infección renal?
Cualquiera puede tener una infección renal, pero es más frecuente en algunas personas; por ejemplo:
- Las mujeres: La uretra femenina es más corta que la masculina. El riesgo de infección renal es aún mayor en las embarazadas.
- Personas que tienen diabetes: Una enfermedad en la que el organismo tiene problemas para producir o utilizar la insulina, que es la hormona que controla el azúcar sanguíneo. Con el tiempo, la alta concentración de azúcar sanguíneo puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos, como por ejemplo los riñones.
- Las personas con un sistema inmunitario debilitado: Esto puede deberse a enfermedades (por ejemplo, la diabetes o la infección por el VIH) o al uso de ciertos medicamentos, llamados inmunodepresores, que reducen la actividad del sistema inmunitario. Las personas portadoras de un trasplante renal o de otros órganos toman inmunodepresores.
- Las personas que han sufrido lesiones en nervios o en la médula espinal que les impiden notar dolor en la zona de las vías urinarias: Esto puede impedirles notar los síntomas de una infección de vejiga, que a su vez puede provocar una infección renal.
- Las personas que usan una sonda (un tubito delgado y flexible) para vaciar la orina de la vejiga.
- Las personas con reflujo vesicoureteral: Las personas que tienen reflujo vesicoureteral tienen unas vías urinarias que permiten que la orina fluya hacia atrás, desde la vejiga hacia los riñones.

Las infecciones renales en las mujeres
Las mujeres corren más riesgo de tener infecciones renales que los hombres. Esto se debe principalmente a la forma que tiene el organismo de las mujeres: la uretra (el conducto por el que la orina sale del cuerpo) es más corto en las mujeres y queda más cerca del ano, donde viven bacterias. Esto facilita que las bacterias puedan llegar a la vejiga y sigan subiendo hacia los riñones.
Consideraciones especiales
- El embarazo: Los cambios hormonales y la presión que ejerce el útero pueden dificultar el flujo de la orina y aumentar el riesgo. Durante el embarazo, las infecciones renales pueden agravarse con rapidez, y por lo tanto conviene evaluar sin demora cualquier síntoma urinario.
- La menopausia: Después de la menopausia disminuye el estrógeno (una hormona que fomenta la salud reproductora y de las vías urinarias), lo que puede facilitar el crecimiento de las bacterias.
Síntomas que pueden aparecer en las mujeres
Además de los signos frecuentes, como la fiebre, el dolor de espalda o del costado y el ardor al orinar, las mujeres podrían presentar:
- Dolor en la pelvis o la parte baja de la panza
- Accesos más frecuentes de necesidad imperiosa de orinar
- Irritación vaginal
Ideas esenciales para las mujeres
- Las infecciones de vejiga se deben tratar con rapidez: las infecciones de vejiga sin tratar se pueden extender a los riñones.
- Los hábitos higiénicos ayudan a reducir el riesgo: tomar agua con frecuencia, orinar después de las relaciones sexuales y limpiarse de adelante atrás después de ir al baño.

Las infecciones renales en los hombres
Aunque los hombres corren menos riesgo de tener infecciones renales que las mujeres, siguen teniendo riesgos específicos. Una causa frecuente es la próstata agrandada. Al envejecer, la próstata puede aumentar de tamaño y presionar sobre la vejiga o la uretra. Esto puede dificultar el vaciado de la vejiga y permitir que se acumulen bacterias y lleguen a los riñones. También corren más riesgo los hombres que tienen piedras renales. Algunos de los síntomas en los hombres son los mismos que en las mujeres (por ejemplo, la fiebre, el dolor de espalda y el dolor al orinar), pero otros específicos son la dificultad para empezar a orinar o mantener el chorro de orina o las molestias en la pelvis (parte baja de la panza) causadas por problemas prostáticos. Cualquier hombre que presente estos síntomas debe acudir a un médico a la brevedad. El tratamiento temprano es esencial para evitar complicaciones como el daño renal o la sepsis.
¿Cuál es el tratamiento de la infección renal?
Es importante iniciar de inmediato el tratamiento
Las infecciones renales sin tratar pueden causar un daño renal permanente o extenderse al torrente sanguíneo (sepsis) y poner en peligro la vida. Jamás aguarde a ver si los síntomas mejoran o ceden solos.
Tratamiento antibiótico
En la mayoría de los casos, los médicos tratan las infecciones renales con antibióticos (medicamentos que matan las bacterias). A menudo comienzan con un antibiótico que trata los tipos más frecuentes de bacterias, ya que es muy importante tratar la infección renal de inmediato. Es posible que después cambien el tipo de antibiótico una vez conocidos los resultados de los análisis de sangre u orina.
Los médicos recetan el antibiótico en función de:
- Qué tipo de bacteria está causando la infección
- Qué tan severa es la infección
- La presencia de compromiso inmunitario (tener un sistema inmunitario débil)
- La existencia de un embarazo
- La edad mayor de 65 años
- La existencia de antecedentes de problemas con ciertos antibióticos (por ejemplo, reacciones alérgicas)
La mayoría de los afectados mejoran a los pocos días de tomar antibióticos.
Quizá escuche a otras personas hablar de "limpiar" los riñones con remedios naturales. Sin embargo, una vez que las bacterias llegan a los riñones, no hay forma de "limpiar" la infección en la casa. La única forma de tratar una infección renal es con antibióticos (y, a veces, con medicamentos intravenosos). Tomar agua es saludable y puede ayudar a evitar futuras infecciones, pero no sirve para tratar o curar una infección renal actual.
¿Qué sucede si se deja sin tratar una infección renal?
Sin tratamiento rápido y adecuado, la infección renal puede causar problemas médicos graves, como por ejemplo:
- Daño renal (fibrosis): La infección puede dejar cicatrices en los riñones y provocar una pérdida permanente de función renal.
- Sepsis (infección sanguínea): Las bacterias pueden extenderse de los riñones al torrente sanguíneo y causar una infección potencialmente mortal que requiere atención de emergencia.
- Infecciones recurrentes: Las infecciones que se dejan sin tratar o no se trataron bien pueden reaparecer, y en ocasiones son más difíciles de tratar.
- Problemas gestacionales: En las personas embarazadas, las infecciones sin tratar pueden aumentar el riesgo de parto prematuro o bajo peso al nacer.
- Presión arterial alta o enfermedad renal crónica: Las infecciones recurrentes o severas pueden aumentar la presión arterial y el riesgo de tener enfermedad renal.
La mejor manera de proteger los riñones y la salud general es recibir tratamiento tan pronto como aparezcan síntomas.
¿Cómo puedo prevenir las infecciones renales?
Las siguientes medidas podrían reducir el riesgo de contraer una infección renal:
- Tome agua en abundancia
- Orine en cuanto sienta la necesidad (no se aguante el pis)
- Orine después de las relaciones sexuales: orinar después de las relaciones sexuales ayuda a arrastrar las bacterias de la uretra antes de que puedan llegar a la vejiga o a los riñones. Eliminar con rapidez esos microbios reduce el riesgo de tener una infección de las vías urinarias capaz de extenderse a los riñones.
- En el caso de las mujeres, limpiarse de adelante atrás después de ir al baño impide que las bacterias de la vagina o el ano lleguen a la uretra
- No use aerosoles o duchas desodorantes en la zona de los genitales
¿Puedo tener relaciones sexuales mientras estoy en tratamiento por una infección renal?
Antes de tener relaciones sexuales, aguarde hasta que haya terminado el tratamiento y los síntomas hayan desaparecido. Recuerde orinar después de las relaciones sexuales para evitar que entren más bacterias a las vías urinarias y reducir así el riesgo de contraer una nueva infección.
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